Bienvenida a la vida

Por fin iba a conocerla. 

A las 2 de la tarde divisé la Ría de A Coruña, y al fondo, a la derecha, la casa de mi hermana. 

Llamé a la puerta, entré y conocí a mi primera sobrina, Sofía.

5 horas antes me había subido a un coche, y conduje por las tierras anchas de Castilla, subí a O Cebreiro y serpenteé las carreteras gallegas. 

Estaba feliz. Bienvenida, Sofía



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