Dejo París, la ciudad del amor , pero mantengo el deseo de compartir las experiencias sobre el amor y el desamor. Otro paso para recuperarnos con éxito de una ruptura es verbalizar las emociones. El hecho de identificar, de poner nombre a aquello en lo que estamos pensando y que estamos sintiendo nos va a ayudar a gestionar el duelo. Si somos capaces de verbalizar, significa que somos conscientes de lo que nos está pasando. Sólo si somos conscientes, podemos abordar esos sentimientos, y así evitar sentirnos desbordados por ellos. ¿Cómo podemos gestionar algo que no conocemos? Para manejar con éxito las emociones tenemos que verbalizalas, ponerles nombre TRISTEZA, RABIA PENA, DECEPCIÓN, ODIO, VERGÜENZA, ABATIMIENTO, IRA Cómo verbalizar las emociones? Pues hay dos maneras, y la buena noticia es que no son excluyentes, sino complementarias. 1. Escribir , transmitir al papel lo que sent...
A regañadientes asistí a la concentración. Allí estaba ella. Bajo la estatua de la justicia que preside la entrada al Colegio de la Abogacía, la concejala de medio ambiente y residuos urbanos, -y esposa del actual decano- se afanaba en calmar los ánimos de los allí presentes y en explicar las bondades de la nueva planta de celulosas instalada a escasos 500 metros del Colegio. -¿A qué político se le habría ocurrido tal majadería?- seguía rumiando mi cabeza. Versión galega La presidenta de la asociación de jóvenes de la abogacía le recriminaba a la concejala que la actual ubicación no era sostenible por los fuertes olores que desprendía la planta. Me sentí agobiado por el clima poco amable que se podía respirar en esa concentración. Me dispuse a irme cuando alguien me interpela: - Decano, ¿no le va a decir nada a su mujer?. -Sí- le respondo- que la espero en casa.
Desde muy jovencita tenía miedo a quedarme embarazada. Realmente no era un miedo a quedarme embarazada sino un miedo a sentirme sola en el embarazo. Incluso más allá, era un miedo a ser abandonada por estar embarazada. Versión galega Creí que ese miedo había sido transmitido por mis padres. Lo creí erróneamente durante varios años. Estaba equivocada. Nunca me han transmitido tal cosa. De esto me he dado cuenta años más tarde. El origen del miedo no es lo importante. Para mí lo importante es la experiencia vivida. La necesidad de liberarme de ese miedo, de ese dolor. Y la expectativa de liberarme de ese dolor al ir tecleando las teclas de este ordenador. Sea por lo que fuese, por el paso de los años, por la independencia económica, por las relaciones sentimentales más sanas y seguras, ese miedo desapareció. Al menos eso era lo que yo creía antes de cumplir los 29 años. Pero la realidad apareció como por sorpresa. En aquel momento yo ya había superado los 30 años...
Comentarios
Publicar un comentario