La amistad es generosidad, en tiempo, en escucha activa
La amistad es generosidad, en tiempo, en escucha activa
En el post anterior afirmé que la
amistad requiere confianza y tiempo. Sí, y también hablé de dedicarnos tiempo a uno mismo, en otro post. Y al igual que una pareja, una
relación de amistad requiere cuidados a lo largo del tiempo. Ni en una amistad
de 20 años, de esas en las que “somos amigos desde parbulitos” se puede tener
la certeza absoluta que esa amistad durará por siempre. Don’ t give anything for granted. Recuerda.
Personalmente, de un buen amigo,
espero, ademàs de confianza y tiempo dedicado, una buena escucha. ¿Y por qué?
Porque es lo que yo ofrezco con mi amistad. Me enamora escuchar.
Y la buena escucha se complica hoy en
día con las RRSS y las cadenas interminables de wassups. Ya sabemos que mucha
gente ni los lee, y parte de quienes los leen, no los entienden. Así nos
encontramos con un amigo a quien le has propuesto quedar a comer y
después acompañarte a dejar el coche en el taller para así volver juntos al
centro, y te responde que ya que no tienes coche, te recoge temprano en
el aeropuerto para desayunar juntos en el Café Berlín, que tienen unos sabrosos croisants.
Escuchar activamente es también otro pilar fundamental en la amistad, y ya van tres. Confianza, tiempo y escucha activa.
Por diversos motivos, no todos estamos
siempre a la altura de las circunstancias y no siempre respondemos como nuestro
amigo espera. Aquí nos encontramos con la frustración,
esa que aparece cuando mi expectativa sobre la acción de un amigo no se
corresponde con la percepción que ese amigo tiene sobre la misma acción.
Y dejando a parte las frustraciones y
toda vez que la amistad requiere tiempo, y el tiempo es un bien escaso en estos
días, es normal que no le prestemos tanta atención a aquellos amigos que dan
todo por hecho y que no nos dedican un momentito de su tiempo cuando los necesitamos.
El hecho de tener un amigo que siempre
acompañe a las personas que están en su círculo social y ofrezca soluciones, no
significa que ese amigo se comporte de igual manera con nosotros. Pues, por una
parte en la amistad también hay niveles,
y por otra, si damos la amistad por hecha y no la cuidamos día a día, es normal
que cuando queramos contar con el calor y cariño que ofrece ese amigo nuestro,
encontremos que ese cariño es más frío que el que reciben otros amigos del
mismo grupo.
De la misma manera, si un amigo no nos
dedica tiempo en un determinado momento, o lo que viene a ser lo mismo, no està
cuando realmente lo necesitamos, no debe extrañarse ese amigo que en el futuro no encuentre el apoyo al que estaba acostumbrado por nuestra parte. El mundo busca el equilibrio. Y
nuestras relaciones, no son una excepción.
La amistad es generosidad. Es difícil que una persona egoísta, que sólo mira por ella misma - y
esto es muy diferente de quien mira primero por uno mismo para después poder
atender a los demàs- sea una buena amiga con el paso de los años, en la que
cada día la sociedad nos carga con más actividades y muchas màis
responsabilidades.
Interesarnos por la vida de nuestro amigo y de
sus allegados también es una muestra de atención y cariño. Y no confundamos con
ser un cotilla! Tengo amigos a los que le resulta difícil interesarse por el
bienestar de los demáis, y no por el miedo a quedar de cotillas, pero enviar un
wassup preguntado cómo ve la hospitalización de un familiar próximo y muy querido,
es un mínimo. ¿Estás de acuerdo? Un amigo de verdad, no quiere un regalo, un
reloj nuevo, ni una lavadora, quiere saber que puede contar con nosotros, que
lo vamos a escuchar y que le vamos a dedicar lo más preciado que tenemos, el
tiempo. Confianza, tiempo y escucha
activa.
Una vez más, muy agradecida por el
regimiento de amigos que siempre me arropan. En palabras de mi amigo Fran, mi
trabajo me cuesta mantenerlo, en el sentido en que la amistad requiere cuidados
que se prestan con cariño y generosidad a lo largo del tiempo.
Salud para a las buenas amistades.
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