La Ciudad del Amor

Ayer fui a ver una peli "Perfectos Desconocidos". Me reí mucho. Y a parte de reír, me hizo pensar. Me hizo pensar sobre el recurso a la mentira y sus consecuencias. Me hizo pensar en todas las mentiras que conozco dentro de las parejas y de las familias.  ¿Merece la pena una mentira? Yo pienso que no. Ahora bien, seguro que una persona tiene uno o más motivos para faltar a la verdad. Y por supuesto, el motivo no tiene porque ser hacer daño, mas bien puede ser lo contrario, proteger. Ahí encontramos a las famosas mentiras piadosas, aquellas que supuestamente se cuentan para proteger.  Versión galega En muchas ocasiones podemos pensar que una mentira piadosa es buena, podemos pensar que la verdad le causará dolor al receptor y decidimos ocultar parte de la verdad y contar esa mentira piadosa… para proteger. Yo siempre me pregunto a quien protegen realmente las mentiras . Pues realmente, dudo que con la mentira se pueda proteger a alguien, puede que inicialmente duran...

Este post, es una continuación del post anterior “ No tengo novio, tengo un amigo ”, que escribí cuando una compañera de viaje me preguntó si yo, que soy de la aldea y vivo en una gran ciudad, notaba la diferencia entre el mundo tradicional de las aldeas y la concepción cosmopolita y supuestamente abierta de la ciudad. Versión galega Ella, como escribí en el post anterior, quedó atónita con mi respuesta, atónita porque compartía lo que de mí escuchó. Yo me centré sólo en mi experiencia. Aquí las otras 2 experiencias 3.- Los casados habitación quieren Esto me pasó hace mucho tiempo con la ex familia parisina. París, otra ciudad cosmopolita. Fue en las vacaciones. Yo soy más de disfrutar en el Atlántico o mismo en el Pacífico. Sin embargo, está bien disfrutar de parte de las vacaciones en el Mediterráneo, aunque sea con la familia política. Dormí en muchas casas “de aldea” y nunca había visto en mi vida a nadie invadir la intimidad de una pareja. Siempre ví a todo el ...

Sí, soy de la aldea, y podemos pensar que en la aldea las personas tenemos una manera mucho más tradicional de pensar, que tenemos mucho más en cuenta lo que nuestros vecinos y convecinos dirán de nosotros, que es mucho más fácil hacer lo que queremos en una gran ciudad…. Y blablabla Si el mundo es un pañuelo, ¿cómo no va a ser un pañuelo una ciudad en la que casi siempre nos movemos por los mismos sitios? Una amiga, en un viaje, me preguntó si yo notaba la diferencia entre el mundo tradicional de los pueblos y la concepción cosmopolita y abierta de la ciudad. Me paré a pensar y le respondí. Ella estaba atónita con mi respuesta, atónita porque compartía mis palabras. Yo me centré sólo en mi experiencia, en 4 concretamente.  Esto fue lo que le conté: 1.- No tengo novio, tengo un amigo. Recién estrenados los 30 años, durante mi primer mes en Madrid, compartí un palacete de la aristocracia andaluza con una manchega. Una de las preguntas que me hace en la famosa entrevi...